Un sueño por cumplir.

Llevo ya unos años pensando en esa ciudad. Casi siempre son por las películas que veo de aquel país, ya sean viajes a él o películas de aquel país, las que me hacen tener muchísimas ganas de ir.

Todo empezó cuando estuvo de moda la serie “Sabrina, cosas de brujas”. Después de esta serie, la protagonista hizo películas basada en la misma chica, pero en diferentes lugares. Una de esas películas fue “Sabrina en roma”.
No sé si fue el ambiente romántico del que se trataba la película o las impresionantes vistas que en ella salían, pero me enamore de aquella ciudad.
Y desde entonces sé que tarde o temprano iré a Roma.

De Roma no me atraen ni sus museos, ni sus monumentos. Bueno lo que me atrae de ella le llaman monumento, pero para mi no lo es.
Para mí es un lugar fascinante, enorme e impresionante, de él te atrae tanto la belleza como la historia.

A veces me defino como una chica romántica, pero los que en realidad me conocen saben que soy muy romántica y sobre todo protectora. Por eso lo que me atrae de este monumento es su historia, su pequeña leyenda que se rumorea por muchos rincones de este mundo.

El monumento, o mejor dicho el lugar del que os llevo rato hablando es la Fontana di trevi. Es una fuente preciosa en la que os juro que algún día voy a estar.
Una compañera de trabajo fue estas vacaciones con el marido a visitarla y dice que es preciosa, que te puedes pasar horas allí sentado contemplándola, te encandila tanto que ni siquiera ves a la multitud de gente que se aproxima a ella, tan solo estáis ella y tu.

Es una manera rara de hablar de ella sin haber estado allí, pero su historia desde el primer momento me enamoro.


La costumbre de arrojar monedas.
A raíz de la película Tres monedas en la fuente, surge una leyenda urbana entre los que no saben que las tres monedas eran arrojadas por tres personas diferentes, según la cual trae suerte arrojar monedas con la mano derecha sobre el hombro izquierdo en la Fontana de Trevi.
En realidad, arrojar una moneda asegura que quien lo hace volverá a Roma, dos que se enamorará de una guapa romana (o romano) y tres que se casará con ella (o con él) en Roma.



Tan solo espero llegar un día a verla y por supuesto hacer realidad esta leyenda, pero si la leyenda no fuese cierta, o si conmigo no funcionara, yo habría cumplido y por lo menos la habría visto.



Un besazo y SED BUEN@S.