Hay una línea muy fina que separa al amor del odio. Pero si miramos detenidamente esa pequeña línea podemos ver como lleva grabada una simple palabra, deseo.
AMOR
DESEODESEODESEODESEODESEO
ODIO
Huella tras huella, paso tras paso, he ido haciendo camino. Un camino largo con alguna que otra piedra a la que esquivar y algún que otro gran impedimento que he tenido que derribar para llegar donde estoy.
Primero un pequeño saludo en aquel sitio donde apenas nos entendíamos, un suave paseo nos llevo hasta la orilla de la playa, y allí junto a las olas y a la luz de la luna, te bese. Un beso mágico, el beso que ha marcado un antes y un después en nuestras vidas.
Piel contra piel y aun así una barrera nos separa.
Una esperanza, regresar; Una ilusión, que ella lo espere.
Estamos a jueves y sigo pensando en esas escenas y en lo que viví, pero a la hora de recordar aquella sensación el pecho me molesta como si la echara de menos. Durante estos días he soñado con cosas parecidas y de las que al despertar todavía me acuerdo, pero el del lunes me a marcado.
Pero todos tenemos esa necesidad y esos momentos de debilidad y volver a nuestra niñez, pero muchas veces en ese momento la gente se nos queda mirando y se burla.
“Tres metros sobre el cielo” (Tre metri sopra il cielo) y “Tengo ganas de ti (Ho voglia di te), llega “Perdona pero quiero casarme contigo” (Ci dispiare, ma io voglio sposarti).
Siempre he pensado que la luz estaba muy lejos y cada vez que lo intentaba no lo conseguía, pero el terrado me llama.
por que cada palabra que sale de tu mente es un suspiro de miles de corazones más.