Miradas de amor que nos matan.

Siento no haber podido estar antes aquí con vosotros, pero es que la semana a tenido de todo.
Os empezare contando que mi día de reyes fue lo mejor del mundo. Desayunar unos churritos entre amigos y familia mientras maquillan a mi padre es una buena forma de pasar la mañana. A las 10 llegamos al orfanato y me fui directa a echarles una mano para bajar a los bebes hasta el primer piso, nada mas entrar en la habitación me pusieron entre mis brazos a la cosita mas pequeña de la casa, Juan José o Juanjo tal y como me lo presentaron a mí.

Al bajar a la sala de bienvenida a los reyes todo estaba como cada año y como no me tuve que topar con mi guaperas preferido, Alberto, que ya tenia embrazos a una pequeña. Este chico nos ayudo hace un par de años y desde entonces no falla, aunque cada vez que llega a la casa se apropia de un bebe de unos 6 o 7 meses y siempre coge a una niña y se pasa la mañana diciendo que es la niña más guapa y más buena que ha visto nunca, y como ya os he dicho esto lleva diciéndolo un par de añitos.

La mañana transcurrió con toda normalidad, los niños parecían camicaces con los monopatines y patinetes que les regalamos, unos cuantos se tuvieron que reunir para montar una cocinita enorme para la mas mayor, Jenny de 4 años, la cría se quedo impresionada al ver aquella caja tan grande.

Otros años como anécdota tengo que son los únicos niños que me han hecho salir llorando o que había algún crió que no se despegaba de mí, pero este año la anécdota es que uno de los más grandes se fijo en mi cuando entre en la habitación con Juanjo y al marcharme y pedirle un beso a este grandullón, él me avasalló a preguntas:

-Ya te vas?
-Sí.
-Y el bebe?
-Arriba durmiendo.
-Y no te lo llevas?
-No, cariño. Se queda aquí contigo.
-No es tuyo?

En ese momento se me cayo el alma al suelo y lo único que quería era llevarme a ese grandullón y al pitufin de arriba.


Y el resto de la semana pues lo normal. El martes después de los reyes me fui a comer con mi familia y un amigo y acabe ultima jugando a los bolos, el miércoles transcurrió con normalidad salvo el echo de que me fui con mi mejor amiga, tuxy, de compras para sus peques y fue genial (por cierto tengo la habitación llena de bolsas y de juguetes y ropa para las pequeñas).
Y el resto pues nada del otro mundo, empecé las clases y me reí muchísimo con mis compañeros y una pequeña discusión que teníamos sobre si un trío puede convivir con toda normalidad durante un largo periodo.

Eso es todo durante la semana y bueno la semana que viene espero tener algo mas de tiempo y poderos comentar los capítulos, tanto de esta semana como de la próxima, sobre nuestros hombres preferido y de nuestro macizo en particular.

Un besazo y SED BUEN@S.