Mi espalda, al descubierto junto a las blancas sabanas, te muestra el camino. Tu rodilla, posada al final de la cama, te da pie a elevarte junto a mí.
Un leve escalofrío recorre mi espalda y erectas mis pechos al notar como con tu dedo dibujas mi espalda. Con solo un mínimo roce as hecho que mi cuerpo te deseé.
Un intenso calor recorre nuestros cuerpos que suavemente se rozan al darme yo la vuelta.
Es un sueño, una necesidad, el tenerte tan cerca que me impulsa a desearte todavía más. No puedo aguantar el ansia de besarte mientras recorres mi cuerpo con tus manos. Pero como cada noche en el mismo sueño vuelves a regalarme uno de esos apasionados besos.
Sueños apasionados.
Un besazo y SED BUEN@S.