La chica de las bolas de chicle.

Ella, una chica soñadora de las que ya poco quedan. Él, un guapo vividor de los que todavía sobran. Y este un pequeño cuento, de los que tanto hemos oído hablar.

El mundo seguía girando a pesar de sus despistes, ya podía estar en su habitación echando una cabezadita, como paseando por la calle, ya que su mente jamás dejaba de imaginar y soñar. Aunque esta vez la había pillado sentada en su viejo pupitre junto a la ventana, y en vez de nuevas ilusiones, lo que pasaba por su cabeza eran aquellos pequeños sueños que tenia de joven allí mismo, en cualquier clase, con cualquier profesor, pero siempre con el mismo paisaje y la misma persona.

Se acordó de aquel que mas le gustaba. Una tarde de primavera, junto al árbol que veía desde la ventana, sentada al pie leyendo una magnifica historia. De repente un balón chocaba contra la corteza del árbol y la despertaba de ese gran sueño que era la lectura, fue entonces cuando lo vio. La persona que en la vida real no le hacia ni caso, en sus sueños era su amable caballero.
Ella se puso en pie y él se acerco, tanto que hasta sus labios se rozaron. Y en el momento mas esperado de su dulce beso, una fina lluvia de bolas de chicle cayo para llenar su sueño de dulce y color.

Entonces se acordó de que ya no estaba en aquella época y que aquel lugar había cambiado, y sobre todo se acordó de que aquellas bolas de chicle no eran mas que pelotas de papel lanzadas por sus compañeros. Pero logro despertar, salir de aquel lugar y llenarse de ilusión al poder volver a recordar aquellos momentos.

Un besazo y SED BUEN@S.

P.D.: Felices fiestas y que tengáis una magnifica entrada de año.