Había una vez un circo...

Un circo. Sí, eso es lo que parece últimamente mi vida y es que no salgo de una que ya me meto en otra.
Imaginaos... cuanto llevo sin aparecer por aquí? Una semana?
Que se puede hacer en ese tiempo??? Ya os digo yo que mucho y nada bueno, y es que este fin de semana me han vuelto a “raptar”, ya empiezo a sufrir el síndrome ese de Estocolmo (me parece que se llamaba así el síndrome en el que te acabas cogiendoles cariño a los secuestradores).

Bueno a lo que iba, que esto no puede seguir así que me he vuelto a poner hacerme la maleta una mañana para irme esa misma tarde a pasar un fin de semana de puta madre, y es que esta gente es un caso... perdido y por desgracia yo los encontré.
El sábado a las siete de la tarde volvía a estar rumbo hacia el Vendrell, ese pueblecito que tiene la mejor terraza y el mejor sol que puede haber.

Me parece que todo esto se puede resumir diciendo:
Una casa, cuatro personas de entre 20 y 24 años, dos coches y tres días solos; Ahora pensad lo que queráis, pero sin nada malo.
Hicimos fotos a mogollón, algunas para borrar (jeje) y otras perfectas, las mejores que se podían hacer, y es que eso es lo que tiene pasar un finde con unos buenos amigos.

Prometo que este fin de semana será el ultimo de abandono a este blog. El viernes vuelvo a irme al Vendrell y después cuando vuelva seré toda vuestra, contad mas o menos que para el domingo, vamos que no os va a dar tiempo a echarme de menos.

Espero que todos estéis pasando los mismos días que yo, y los que no tranquilos ya llegaran.

Un besazo y DISFRUTAD....