Aquí me encuentro, a pleno sol a las 11 de la mañana, sentada esperando a mi tía y a mis primos. Laura, mi tía, es la hermana pequeña de mi madre. La pobre no a tenido mucha suerte a lo largo de su vida, se caso y tuvo dos niños preciosos, pero el año pasado mi tío la abandono dejándola sola y con los peques.
Para aquel entonces solo estaba Raúl de 4 añitos, pero para que mi tío la dejara solo tuvo que pasar una cosa, y por su parte ser un egoísta. Laura se quedo embarazada de una niña, pero al hacerle la ecografía del quinto mes le descubrieron que la niña venia con malformación.

Laura: Carol, precios, deja de quedarte embobada y échame una mano.- Ni siquiera me había dado cuenta de que ya han llegado.
Carol: Hola grandullón. Hola ratita. Cómo ha ido el viaje?
Laura: Bastante bien, por suerte. – Dice mientras parece que se este quitando un peso de encima. – Vamos a buscar la llave de la habitación y después ya descargaremos.
Con Raúl saltando de un lado al otro y Leire abrazada a mi cuello fuimos a saludar a la familia.
Despistada como iba con mis primos me choque con el trasto de Marcos, parece que tiene prisa. A ver si puedo y le pregunto a tete.
En cuanto todos están saludados le comento a mi tía la posibilidad de bajarme a los niños al embarcadero mientras ella se organiza, y bajo una reacción bastante positiva me voy a ver a Tete.
Tete: Hey!!! Pero si están aquí los diablillos del hotel. Que tal van las cosas, Raúl?

Tete: En serio???? Y la princesita que se cuenta??? – Le pregunta a Leire mientras le quita la mano de la boca.
Leire: A va.... A da... Cossshhhheeee, Toto. – Desde pequeña le enseñamos que como para ella su hermano Raúl era “El tete”, pues que entonces a Tete le llamara “Toto”. Y parece que se lo a aprendido bien.
Carol: Jejeje... Tete me acabo de chocar con Marcos y ni siquiera a saludado, a donde iba tan deprisa??
Tete: Lo siento. Es que hace un momento, al terminar con el ultimo cliente, se a dado cuenta de que llegaba tarde a la estación.
Carol: A la estación???
Tete: Si, ha ido a recoger a Dani. Bueno yo me marcho, os veo luego peques. – Y así sin poder decirle nada mas se marcha.
Raúl: Tata, tengo hambre.
Leire: Come. – Dice mientras me mira con cara triste a los ojos.
Dando media vuelta pongo rumbo hacia saquear un poco la nevera del hotel.
Continuara...
Un besazo y SED BUEN@S.