Este a sido uno de los mejores fines de semana que he tenido. Después de que el jueves y el viernes el profe no viniese por enfermedad, yo recibí una llamada loca a eso de las 7:30 h o 8:00 h de la tarde. Doña Anita me invitaba a pasar el fin de semana al Vendrell a una casa que tiene allí su novio.
Total que a las 9 y pico de la noche estábamos de camino a pasar uno de los mejores fines de semana. Hemos tenido de todo; chucherias, peleas de almohadas, tardes tirados en la terraza tomando el sol, momentos de pura responsabilidad para poder sobrevivir (hacer la compra para la cena y la comida) y sobre todo mercadillos.
El viernes cuando llegamos las mujeres empezamos a mandar y los hombres a servir, dejamos a nuestro querido Javi al mando de la cocina y mandamos a Oscar a por bebida, mientras Ana y yo marujeabamos toda la casa. Después de cenar y ver unas cuantas pelis mandamos a todo el mundo a la cama.
El sábado nos toco movernos a nosotras. Ana y yo fuimos a gastarnos 20€ en desayuno, después de desayunar nos fuimos al pueblo de al lado al mercadillo. Al llegar las mujeres nos metimos en la cocina hacer la comida, aunque no sin antes advertirles que los que limpiaban eran ellos. Después una siestecita en la terraza tomando el sol y por la tarde hacer la compra para el día siguiente.
El Domingo, deseando que no se acabara el finde, nos fuimos a otro mercadillo más grande aunque con menos cosas. Y como ya era rutina al llegar preparamos la comida y después tirados a la bartola. Pero llego la hora de recoger después de una merendola en la terraza viendo como se acababa la tarde, y no se como Oscar puso el lavavajillas de manera que tardo como hora y pico en terminar, la cual aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo.
Y por fin llego el momento menos esperado, pasamos la escoba, limpiamos un poco y cogimos el coche rumbo de vuelta a Barcelona. Y aquí estoy, después de un fin de semana de puta madre, con ganas de repetir.
Gracias por todo.
Un besazo y SED BUEN@S.
Nos preocupo por que este donde este la tía es puntual para la hora de cenar, pero aquel día no lo fue. A las 11 de la noche pico a la ventana uno de los vecinos para decirnos que mi pequeña chipa, mi gatita, estaba tirada en medio del patio muerta. Hemos deducido que fue envenenada ya que el viernes encontraron otro gato muerto y un perro que estaba con vomitonas.
Supongo que mi familia lo a hecho para que no me coja ninguna depresión por como me lo tome, pero ahora mismo tengo en casa desde el domingo un cachorrillo de 25 días. El peque se llama Gus, como el ratón gordito de “la cenicienta” y es una delicia aunque me pase cada dos por tres con el biberón en la mano. Pero aun así sigo echándola mucho de menos.
Total que a las 9 y pico de la noche estábamos de camino a pasar uno de los mejores fines de semana. Hemos tenido de todo; chucherias, peleas de almohadas, tardes tirados en la terraza tomando el sol, momentos de pura responsabilidad para poder sobrevivir (hacer la compra para la cena y la comida) y sobre todo mercadillos.
El Domingo, deseando que no se acabara el finde, nos fuimos a otro mercadillo más grande aunque con menos cosas. Y como ya era rutina al llegar preparamos la comida y después tirados a la bartola. Pero llego la hora de recoger después de una merendola en la terraza viendo como se acababa la tarde, y no se como Oscar puso el lavavajillas de manera que tardo como hora y pico en terminar, la cual aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo.
cualquier prenda de vestir del barça, en niño con una pelota, los partidos de los fines de semana de mi hermano. Cualquier cosa, pero no. Es tu nombre el que me sigue a todas partes.