A todas esas almas perdidas que han dejado de creer en la inmensidad del amor.



miércoles, 17 de marzo de 2010

Lagrimas.

Una lagrima, un escalofrió recorren tu espalda. Mi pecho pegado a ella. Mis brazos te rodean mientras los tuyos yacen firmes a cada lado de tu cuerpo. Piel contra piel y aun así una barrera nos separa.

Pequeñas palabras dichas anteriormente utilizadas para herirnos, ahora resuenan en nuestras mentes mientras nos duele el corazón por el golpe sufrido. Para mi una pequeña pelea de enamorados, para ti una mala experiencia que no quieres volver a vivir.

Una lagrima cae por tu espalda, al fin tus brazos se alzan hasta tu pecho donde se encuentran mis manos y una frase en nuestra boca:
“No volverá a pasar”.

sábado, 13 de marzo de 2010

Confesiones ocultas.

Conversaciones que se quedan a medias por pequeñas ocultaciones a alguna persona. Preguntas que quedan sin contestar por miedo a rebelarlo, situaciones incomodas por miedo a destapar confesiones de una tercera persona.

Secretos. Secretos que descubres a esa persona en la que confías aun con miedo de que pueda traicionarte y expandir tu secreto como una epidemia o peor.
Cuantos secretos as contado a personas en las que confiabas, pero al final has perdido la comunicación con ellas o han acabado traicionándote o ocultándote alguna cosa peor???

Los secretos, secretos son y por eso han de quedar en la intimidad de tu ser, guardados en esa pequeña cajita que todos guardamos dentro nuestro sin llave pero con candado. Donde como en una hucha entran nuevos secretos por la ranura y no tienen manera de salir. Secretos que muchas veces la única manera que tenemos de confesarlos es en una pequeña libreta, un pequeño diario que si tiene llave y no oculta nada.

Un besazo y SED BUEN@S.

martes, 2 de marzo de 2010

Cartas a un soldado.

De guerra en guerra, de puerto en puerto, nunca en tierra firme, pero con pie y corazón duro. Un soldado en lo físico, un hombre en el corazón; Una dama entre sus cartas y balas por el aire. Una esperanza, regresar; Una ilusión, que ella lo espere.

Pasan los días y sigue en el desierto, un presentimiento en su cuerpo, un escalofrió en su corazón. Un soldado se le acerca con una carta en la mano, es de ella, donde le explica su día a día y el dolor de su corazón al no tenerlo a su lado.

En ese momento su corazón se estremece por el sentimiento de la carta y por esa pequeña bala que le a atravesado su corazón.

Por fin regresa a casa entre compañeros y dolor. Ella lo espera en el aeropuerto junto a su familia, sus lagrimas y sus cartas de amor.